“Una conexión entre el corazón y el Universo.”

“Una inyección de energía y amor.”
“Gracias por este regalo para la evolución de todas las almas.”

“Es un espacio donde se despiertan conciencias y se expanden corazones.”

Estas palabras no son frases promocionales: son las voces reales de quienes votaron, agradecieron y se emocionaron con lo vivido. Alegría Fest no solo reúne gente, crea comunidad. No solo ofrece talleres, abre corazones.

Tras esa final, llegó el voto del jurado profesional. Gente que se había preparado a fondo las argumentaciones y que decidió que este año Alegría Fest debía levantar el primer Evoluciona de su categoría.
Valoraron el gran número de personas que cada año convocan.

La energía de movilizar a tanta gente hasta Águilas (Murcia), con toda la logística que conlleva.

El situar el mar como protagonista.

Y, sobre todo, el poner la alegría en el centro como un acto consciente, revolucionario y espiritual.

Cuando me confirmaron que estarían en la gala, me emocioné y me costó no decirles que el jurado les había escogido. Se movieron hasta Madrid con sus dos peques, sin saber que venían a levantar un premio. Solo porque sentían que tenían que estar. Y creo que uno de los momentos más emocionantes de la noche fue ver a los cuatro miembros de la familia sobre el escenario, representando ese nuevo modelo de familia integrada y consciente, donde lo masculino y lo femenino ocupan su espacio en armonía.

Ha sido un honor ser testigo de todo este proceso. Porque detrás del brillo hay mucho esfuerzo, trabajo interno y compromiso con la luz. Y poder ver ese símbolo del reconocimiento en forma de galardón, entregárselo, y ver esas cuatro sonrisas…

Ha sido uno de los mayores regalos de esta edición.